• El Club de la Lucha

    No al perfeccionismo; sí a la autodestrucción. David Fincher presentó su cuarta película en su filmografía el año 1999 con esta teoría particular: el perfeccionismo es cosa de débiles y sólo la autodestrucción hace que la vida merezca la pena. Dura y curiosa afirmación que viene dada por Tyler, personaje encarnado por Brad Pitt, dirigida al personaje de Edward Norton, un hombre desilusionado y cansado de su vida con un duro insomnio. Desde su estreno han surgido muchísimas teorías sobre lo qué realmente quiere explicar o transmitir por lo que es, sin duda, una película que te involucra por completo en el argumento para que una vez la hayas terminado…

  • Sufragistas

    Realista, pero no convence. La película de Sarah Gavron trata sobre el sufragio de la mujer en Londres en el año 1912. Se ciñe a la realidad con una perfecta ambientación, una interpretación de Carey Mulligan correcta, un diálogo que en ocasiones incita a la reflexión y momentos duros y lacrimógenos. La vida del filme se centra en la lucha de forma progresiva de este “sueño” y mantiene un equilibrio con los momentos más duros que este “sueño” provoca a la protagonista que gracias a la banda sonora hace caer alguna lagrima. Una representación fiel y realista acompañada de un buen diálogo e impecable ambientación, pero que, personalmente, no me termina…