
Spider-Man: Homecoming
Las telarañas vuelven a la gran pantalla. El director Jon Watts es el encargado de hacer este reinicio de la mítica saga ‘Spider-Man’ para que volvamos a sentirnos arácnidos y saltemos de edificio en edificio. Esta vez es Tom Holland quien le toca ser Peter Parker en esta entrega arriesgada que no decepciona, pero tampoco es para tirar cohetes.
En ella tenemos una película típica de Marvel, con una historia bien contada, unos personajes bien desarrollados gracias, en parte, al gran carisma que desprende Holland, una acción impactante y un antagonista correcto. Sin embargo, el film se hace pesado, lento, su humor no hace gracia y, por momentos, aburrido con muy pocas escenas trepidantes y mucha historia que contar. Además, la mejor parte de la película no llega hasta el final que es cuando realmente se hace interesante de seguir y disfrutar.
Personalmente, me costó entrar dentro de la vida de Parker, no me interesó en ningún momento lo que explicaba y, en su conjunto, no le encontré nada especial a la película hasta la última media hora. No obstante, valoro y reconozco que es difícil reiniciar una saga por tercera vez y ésto ocasione cierta desconfianza hacia el film. En mi opinión, no me gustó, pero recomiendo verla, sobretodo a los fans de los cómics que pueden ponerse nostálgicos en según qué momento.
Lo bueno: Tom Holland y su última media hora.
Lo malo: el humor y Tony Stark.
Nota: 6’5/10
Distribuida por Sony Pictures España Estreno en 400 cines

