
xXx: Reactivated
Vuelven los Triple X. La misión creada por Augustus Gibbons ha vuelto a activarse para hacer saltar al espectador de la butaca y para que goce de un espectáculo visual repleto de explosiones, escenas de acción trepidante, violencia y, esta vez, muchas chicas.
D. J. Caruso es el encargado de dirigir este proyecto hecho solamente para entretener y pasar los minutos con las peripecias de Vin Diesel quien sigue estando en su salsa actuando como Xander Cage. Comparada con las otras dos películas de la saga, ésta es más surrealista porque contiene más momentos sin ningún tipo de credibilidad así como, también, algunos errores imperdonables.
Su objetivo es bien claro: entretener durante los 107 minutos con acción extrema y una música agotadora. Puede gustar a quien esté acostumbrado a ver este tipo de películas, pero podríamos decir que al cine no le hacía falta esta tercera parte. El único aspecto que me gustó fue ver a todos los personajes juntos -menos la presencia de Neymar Jr. que es prescindible y, en general, la historia hace aguas-, y, en pocas palabras, es como si juntaras ‘Los Mercenarios’ con ‘Fast and Furious’.
Lo bueno: una o dos escenas y alguna frase de humor.
Lo malo: el resto.
Recomendable para esas personas que les guste este género de acción sin ninguna intención de incidir en la mente del espectador.
Nota: 4/10
¿Qué os encontraréis en ‘xXx: reactivado’?
1. Muchas acción y escenas imposibles.
2. Mucha música dance, reggeaton y heavy.
3. El típico argumento con la típica intención.
4. Entretenimiento puro y humor barato.
5. Vin Diesel capitaneando un buen grupo.
xXx (Triple X)
El mundo de Xander Cage. En 2002, Vin Diesel se puso en la piel de Triple X, un personaje que graba vídeos impresionantes en contra de la ley hasta que la Agencia General de Seguridad le encarga una misión: infiltrarse en la organización Anarquía 99 dirigida por un comandante de la URSS que pretende acabar con los estados del mundo. Es una película tonta, previsible, con escenas innecesarias, sin nada que buscar en el fondo y con una música molesta. Sin embargo, te entretiene durante sus 124 minutos, la acción es sorprendente, a veces es ingeniosa y puede recordar a James Bond. Cuenta una historia de principio a fin y está bien actuada por Diesel quien se encuentra en su salsa, pero no deja de ser una película más del montón. No consigue hacer un buen thriller y solo es gozable visualmente. Nota: 5/10
xXx 2: Estado de emergencia
Cambiando Diesel por Cube. La segunda parte del programa de los Triple X está protagonizada por el rapero Ice Cube quien se pone al mando de la misión de Augustus Gibbons -Samuel L. Jackson- para contar al espectador lo mismo con la misma estructura. Es prácticamente igual que la primera entrega y Cube sustituye bien el papel de Vin Diesel, pero no aporta nada nuevo a la saga y se convierte en otro proyecto comercial del montón. Además, su objetivo principal tendría que ser entretener, pero en muchas ocasiones se hace pesada, aburrida y muy surrealista. La figura de Willem Dafoe aporta algo diferente que no tiene la primera película, pero siguen siendo papeles escritos por cualquiera para cualquier personaje. Muy inferior a la primera. Nota: 3/10

