
Truman
Julián, Tomás y Truman. El éxito español del año pasado estuvo dirigido por Cesc Gay quien quiso contar una historia que trata los valores de la amistad, la muerte, las relaciones sociales, la ética, la familia, entre otros. Lo que pretende contar es trágico y muy triste, pero el director ya lo sabe y quiere hacerlo de otra manera más compleja y original.
Los dos protagonistas son Ricardo Darín y Javier Cámara quienes lo bordan en sus papeles pese a que el principio cueste creérselos. Darín da un recital desde el minuto 1 y, pienso que gracias a él y su credibilidad nos adentramos fácilmente en la trama y sentimos las mismas sensaciones que él. Por momentos parece que quiere sacar la lágrima al público y esa sea su objetivo, pero nos gira el argumento para pensar lo contrario, es decir, parece ser una película que hace llorar el alma, pero por fuera quiere transmitir delicadeza, ternura y afecto.
Destaco muy positivamente elementos técnicos como su fotografía, su diálogo y su final. Éste quizás previsible, pero acertado y digno de terminar la película. Debo tener en cuenta algo negativo y es que la escena de sexo me parece totalmente innecesaria e inapropiada, pero no le quita mérito a un filme que va de menos a más y roba el corazón de toda persona.
Realmente y debo reconocer que es muy buena.
Nota: 8/10

