El Tridente de Poseidón salva a la saga. Seis años después vuelve Jack Sparrow y su tripulación con una nueva historia de aventuras y un nuevo antagonista para darnos lo que ya esperamos: entretenimiento durante dos horas.
En concreto, esta quinta entrega se engancha con la tercera -la cuarta se puede olvidar- y no se desmarca mucho del hilo argumental típico de siempre: inicio, desarrollo y desenlace con un nuevo malo en el argumento, muchos efectos especiales, poca aventura, pero sí mucho entretenimiento y algunos momentos divertidos. Como novedad tenemos a Javier Bardem como Capitán Salazar que no actúa mal, pero con tanto maquillaje y efecto queda un personaje frío y gracioso, ya que no te lo tomas en serio en ningún momento -y no provoca miedo-.
Por lo demás, tenemos una nueva película de Piratas del Caribe que da todo lo que uno va a buscar, no aburre -las dos horas pasan muy rápido-, nos sumerge en su historia, nos vislumbra visualmente, pero tiene los mismos errores e incoherencias de siempre que por mucho que nos creemos lo que cuenta llega un momento que se les va de las manos.
Personalmente, me gustó en su conjunto, la gocé -digna de ver en el cine- y salí del cine definiendola como “película chula”, pero reconozco sus puntos negativos y su final horroroso y totalmente innecesario.
Lo bueno: nos da lo que queremos ver en una 5a entrega.
Lo malo: su final.