
En realidad, nunca estuviste aquí
La crudeza del autocontrol. La película de Lynne Ramsay cuenta la historia de Joe, un antiguo marine de guerra, que trabaja salvando mujeres y niñas de posibles violaciones hasta que se verá involucrado en una trama más compleja de lo normal.
Un argumento original y una historia realmente interesante son dos aspectos que definen este thriller que, no solo quiere mostrar la imagen de un tipo solitario que hace encargos fuera de lo normal, sino de la crudeza o dificultad que supone el autocontrol en uno mismo. Está magníficamente interpretada por Joaquin Phoenix que, por momentos, recuerda a Travis Bickle de “Taxi Driver” y estupendamente dirigida, destacando su puesta en escena, meticulosa y detallista. Sin embargo -y debo hacer un gran ‘pero’-, la película se queda corta en la transmisión de su mensaje, es decir, quiere contar algo, pero no logra, a mi parecer, ir más allá del tema que trata.
Personalmente, vi el film con grandes expectativas y, debo reconocer su eficacia técnica y actoral, pero su ritmo pausado hizo que desconectara de la historia y terminase pensando: ¿qué me ha querido contar? ¿Me ha contado algo?. Entiendo su valor propio de un thriller y la mirada vacía que presenta, pero como drama no me convence y como thriller me aburre.
Lo bueno: Joaquin Phoenix.
Lo malo: la sensación de haber entrado en la película y no haber aprendido nada.
Nota: 5’5/10
Distribuida por Caramel Films
