Blood Father
Una exageración. El director francés Jean-François Richet coge a Mel Gibson para que interprete un papel de padre expresidiario y ayudar a su hija en un caso de robo. Ambos actores actuan bastante bien pese a que a veces sean exageradas. Los antagonista también están bien en sus papeles destacando a Diego Luna quien demuestra que vale mucho. Además, es una muestra de la relación padre-hija y la ayuda mutua familiar. Sin embargo, se nota que solo se preocupan de la acción y hacerla exagerada así como un final épico previsible y una cámara desconcertante. El tema de la droga lo pasan por encima cuando es lo más interesante del filme…