
Sully
La veteranía de Eastwood y Hanks. No existe la película perfecta, pero si la historia correcta para el director adecuado y el actor preciso. Y así es lo último del gran actor y director Clint Eastwood que se propuso contar la historia del piloto y copiloto que tuvieron que aterrizar en el río Hudson en 2009.
Sin ninguna duda, esta historia está contada de la mejor manera posible porque desde un principio te esperas el típico montaje: accidente de avión y posterior juicio al piloto y no es así. Es esta su gran virtud: contar esta historia desde el mejor punto de vista con el mejor montaje posible. En ocasiones, puede llegar a ser fría con algunas actuaciones inverosímiles que no acabas de creerlas, pero, en su conjunto, podríamos decir que es perfecta.
Si es verdad que deja a los Estados Unidos muy bien con sus mejores equipos de rescates, pero gracias al diálogo correcto, las interpretaciones precisas -Tom Hanks enorme-, un montaje adecuado y una música con piano apropiada a cada instante, Eastwood nos regala una película excelente que entretiene, emociona, conecta con el público -crea sensaciones de injusticia- y un final abrupto, pero también, lógico y conveniente.
Esta historia no podría haberse contado mejor y para ello cuenta con la veteranía de Clint Eastwood y Tom Hanks que ambos hacen una dupla perfecta -¿como la película?-. Imperdible.
Nota: 9/10

