
Buscando a Dory
Seguimos nadando. Andrew Stanton alucinó -en 2003- al mundo con ‘Buscando a Nemo’, una historia en medio del océano de un padre buscando a su hijo. Trece años más tarde nos llega la parecida historia y aventura de la mejor amiga de Nemo y su padre, la olvidadiza Dory. Si la primera ya fue maravillosa, ésta es lo mismo, tanto para lo bueno como para lo malo.
Positivamente hay que destacar que sigue el mismo hilo que la primera recreando una nueva historia para Dory con momentos graciosos y alguno un poco más triste. Destaco la casi inexistencia de “miedo” en el filme, factor que le da puntos positivos junto a la crítica disimulada de la suciedad (sociedad) en el fondo del mar. Negativamente hay pocos aspectos. Es tan parecida a la primera que ya no hay el factor sorpresa y sí hay que remarcar que en los tramos finales, la acción se les va de las manos y acaba siendo exagerado y muy loco, quizás un poco como la cabeza de Dory.
Comentar que, desde el primer segundo, llega al corazón del espectador y la combinación entre la actualidad y el pasado de la protagonista no es confusa sino más bien necesaria y perfectamente anexionada. ‘Buscando a Dory’ es una secuela muy buena pese a que se parece demasiado a su predecesora y es un poco exagerada. Los niños y los mayores saldrán con una sonrisa y muchas ganas de verano.
Nota: 8/10
Cortometraje ‘PIPER’: el cortometraje que acompaña la película ‘Buscando a Dory’ es una delicia cariñosa hiperrealista con un mensaje de fondo y un protagonista asustadizo muy encantador. No decepcionará a nadie.

