La historia de los Loving. El director Jeff Nichols quiere explicar una historia necesaria de los años 50 en los racistas Estados Unidos cuando un matrimonio entre un hombre blanco y una mujer negra estaba mal visto, se llevaba a juicio y, en concreto, se obligaba a exiliarse de su Estado.
La película no solo plantea el tema sobre el racismo de la justicia en ese momento -ya muy visto actualmente- sino, también, la cuestión sobre la preocupación de una madre por la infancia de sus hijos y de criarlos obligadamente en una ciudad.
La historia está contada de principio a fin sin desviarse mucho de su hilo argumental y, probablemente, sea aquí donde falla ya que la historia podría dar mucho más de sí e indagar en otros aspectos. Además, los personajes de Richard y Mildred Loving interpretados por Joel Edgerton y Ruth Negga no me transmiten absolutamente nada y parecen inexpresivos. Por suerte, a medida que pasan los minutos, Mildred coge fuerza e importancia y empieza a conectar con el espectador, pero, pese a que la historia esté bien contada, hay cierta restricción emocional y contextual que impiden enlazarme con la historia.
El director expone una historia necesaria de llevar al cine que podría haber exprimido más.
Lo bueno: Ruth Negga.
Lo peor: podría haber dado más de sí.
Recomendable para esas personas que les gusten los temas raciales en los Estados Unidos y los judiciales.