
Entrevista a Fernando Colomo
«Me gusta la comedia más natural, que no se vea forzada, que no se tengan que hacer chistes, que nazca de los personajes, de la ironía» – Fernando Colomo.
Con el motivo del estreno de la película Antes de la Quema, gracias a la amabilidad de la distribuidora de la película, Vértice Cine, hemos entrevistado al director de la película Fernando Colomo. Director más que conocido en el panorama español por trabajos como Los Años Bárbaros, Isla Bonita o La Tribu.
1. ¿Cuál es el origen de Antes de la quema?
El origen es un guion que descubre la productora Beatriz de la Gándara en el concurso Manuel Alejandro de SGAE donde se leyeron bastantes guiones. Entonces cayó en sus manos éste, llamado originalmente La quema, y le llamó mucho la atención la mezcla del mundo del carnaval con el mundo del narcotráfico. Me lo pasó simplemente para que lo leyera y le hiciera comentarios y notas al guionista porque la primera idea era que lo dirigiese un director andaluz. Cuando ya llevamos muchas versiones y no terminaba de surgir el director andaluz, me preguntaron si lo quería dirigir yo. Me había encariñado mucho con los personajes y me gustaba mucho Cádiz. Los directores tenemos la oportunidad de cambiar nuestro lugar de trabajo, así que siempre intento rodar fuera de Madrid porque es una experiencia, descubres sitios nuevos…
2. En la Semana del corto de Madrid, que fue hace poco, dijiste que tus referentes siempre han sido cineastas de la Nouvelle vague: Godard, Truffaut, Rohmer… ¿Qué tiene Antes de la quema de esas películas?
Mis referentes siempre han sido directores de la Nouvelle vague porque fue, como movimiento cinematográfico, una especie de continuación del neorrealismo italiano, que era sacar las cámaras a la calle, hacer películas de gente corriente. Hacer menos adaptaciones literarias, menos rodaje en estudio, menos fotografía impostada… E ir un poco más por el lado documental, llevar la cámara en mano… Me gustaba esa cosa de verdad que hacían los nuevos actores, que no interpretaban como los clásicos, que eran más teatrales. Eso siempre ha estado en mi cine y sigue estando en Antes de la quema. Para mí hay mucho trabajo con los actores y luego técnicamente, a la hora de rodar, intento favorecer a los actores, que puedan tener espontaneidad, que pueda cambiar de una toma a otra y no sea tan mecánico. Que la técnica no mate a la gallina de los huevos de oro. La técnica debe estar al servicio del actor y no al revés.
3. También nos hablaste de la llamada “nueva comedia madrileña”, que no te gusta mucho, y pudimos ver uno de tus cortos de antaño. ¿Qué dirías que queda de aquel Fernando Colomo en tu etapa actual?
Sigue quedando la ilusión, las ganas de hacer cine y el considerar que cada proyecto es algo nuevo. A pesar de tener mucha experiencia abordo los proyectos como si no supiera. Eso te obliga a resetear, a no seguir una inercia, sino a probar cosas nuevas. Por un lado, los conceptos son los mismos, pero técnicamente he mejorado mucho: rodar más planos… Aunque en muchas escenas de Antes de la quema he vuelto al plano secuencia. Ruedo con dos cámaras para facilitar el trabajo con los actores, pero intento al mismo tiempo no ponerles muchas trabas. Digamos que los actores siguen teniendo libertad pero técnicamente yo estoy más cubierto. Utilizo mucho el steadycam, que me permite hacer muchas rectificaciones cuando los actores no llegan a la marca. Cuando no llegan a la marca, los técnicos son un poco cabrones y lo reprochan, por eso me gusta el steady, que con una pequeña rectificación se evita repetir muchos planos, te da mucha más libertad. Mi experiencia la he utilizado para solucionar problemas, pequeños problemas, que, sumados se convierten en mucho.
4. ¿Y es más complicado dirigir un guion propio o un guion ajeno? En este aspecto hay opiniones de todo tipo.
Es cierto que cuando tú escribes el guion lo sabes todo. Lo que pasa es que con este guion hemos hecho tantas versiones, me lo he acabado aprendiendo. La ventaja de dirigir tu propio guion es que sabes por qué se escribió cada línea, qué condicionantes había habido o qué expectativas tenías, pero… Para mí es muy raro que te llegue un guion y rodarlo tal cual porque es lo mismo que los actores, que son los últimos en la cadena, pero tú (el director) eres el penúltimo. Por eso cuando me llega un guion, primero lo tengo que entender y tengo que ver todo lo que puedo potenciar o limpiar de ese guion. Soy partidario de hacer limpieza. No me vale eso de “ya en el montaje…” En el montaje puedes hacer cosas, pero no todo. Otra cosa importante es el ritmo, que una escena lleve a otra, de que el espectador no vea escenas inconexas. Hay que dejarle con la miel en los labios para engancharlo en la siguiente, eso es importante.
5. En comedia a lo mejor es más difícil encontrar el tono…
Sí, es difícil lo de encontrar un tono unitario. Además, los actores son muy diferentes. Pero con eso lucho yo también, me gusta arriesgarme, mezclar actores de distinto pelaje, por lo que tienes que tener más cuidado. En Antes de la quema, me ha ayudado mucho el ensayo con ellos. Ahí se genera una química, una confianza y eso luego ayuda mucho en el momento de rodar.
6. Para terminar, preguntarte cómo definirías el género de la comedia en el cine español actual y si ya tienes nuevo proyecto a la vista.
Yo creo que ahora se hace una comedia un poco forzada. Hay películas estupendas, pero me gusta la comedia más natural, que no se vea forzada, que no se tengan que hacer chistes, que nazca de los personajes, de la ironía. En cuanto al nuevo proyecto, estoy trabajando en un guion del género comedia y situado en Madrid.
Entrevista realizada por Eduardo Bernal.

