
Senderos de Gloria
Las trincheras de Kubrick. Una vez más, el gran director Stanley Kubrick fue capaz de impactar al público y hacernos reconocer su gran talento por el séptimo arte llevando al cine una película de la Primera Guerra Mundial antibélica.
Junto con Kirk Douglas que interpreta a la perfección un coronel -también George MacReady- y un diálogo impactante, nervioso, conciso y adecuado a cada escena logra conectar con el espectador y da la sensación de que no han pasado los años para el filme ya que sigue sorprendiendo y obligando a la reflexión.
La puesta en escena, como siempre, es sobresaliente destacando las escenas ‘travelling’ del conflicto y de las trincheras. No quiere ser épica porque en ningún momento hay la presencia de los alemanes en los planos de cámara y juega con la consciencia del espectador ya sea provocando la espera del enemigo o de la gran matanza en el campo de batalla.
Remarcar la escena final. Unos últimos minutos -ya muy vistos actualmente en el cine- que refleja el cansancio y la alegría de los militares conscientes de que enseguida tendrán que volver a competir. Stanley Kubrick consigue una obra bélica perfecta en todos sus aspectos que no se olvida y se mantiene en el tiempo.
Nota: 8/10

