
Altamira
Un descubrimiento inocente. Las pinturas rupestres en la Cueva de Altamira fueron un hallazgo muy importante para la prehistoria, la historia de la humanidad y España. Sin embargo, tal enorme significado no se ve reflejado en esta película sobre su encuentro. No le hace justicia.
La inocencia de la niña protagonista hace que cada escena grabada sea tan o más inocente. Para bien y para mal. La ambientación es correcta y tiene algunas situaciones –muy pocas– que valen la pena. En contrapartida, las actuaciones son forzadas y, en ocasiones sobreactuadas, la banda sonora repetitiva y no acorde con el momento preciso y la fotografía parece que se dedique más a hacer propaganda de Cantabria que no de hablar y enseñar al espectador.
Los primeros 15 minutos son detestables, sin gracia. Parecen haberse hecho rápidamente para entrar en lo que interesa que es el descubrimiento. Y éste no es interesante, no aporta nada y no es relevante. Un hallazgo como este podría haberse tratado de otra forma.
Sin duda, una decepción que no esperaba.
Nota: 3’5/10

