
Todos Queremos Algo
El Linklater de los 80. El director nos sumerge en la década de los 80 con un grupo de jóvenes jugadores de béisbol apunto de entrar en la Universidad.
Con esta base nos va llevando por su día a día resumido en: sexo, juegos, fiesta y alcohol. Sin embargo, todo esto puede ser representado de muchas maneras y el director lo hace a la perfección con una banda sonora animada y adecuada.
Tiene un tono simpático, divertido, reflexivo y con una sonrisa desde que empieza hasta que termina. Mantiene algunos tópicos de este género -la típica relación de pareja- y algunos momentos previsibles, pero no deja de ser un viaje por la convivencia de un grupo de jóvenes muy creíbles en sus papeles y con mucha química entre ellos.
Linklater ambienta la película a los 80, pero no hay que buscar una representación de la sociedad de la época sino formar parte del grupo y divertirte con cierto tono nostálgico -y autobiográfico, según el director-.
Nota: 7’5/10

