Las segundas oportunidades. Llega una ópera prima desde Suecia de la mano de Magnus von Horn para contar una historia sobre un chico recién salido de un reformatorio y su reinserción en la sociedad.
Está claro que la película es una bomba de relojería. A medida que pasan los minutos ves como, aparentemente, el chico ha cambiado e intenta rehacer su vida, pero, por culpa de la falta de comunicación y la verdad que le rodea está en constante juicio moral para saber qué hará.
Es una cinta que juega con el espectador mediante un ritmo muy lento -a veces pesado y puede provocar desconexión- para que se sienta lo mismo que el personaje y el difícil logro de una posible segunda oportunidad. Las escenas de violencia son completamente realistas y la historia está bien contada gracias a un guión directo y sin tapujos.
Parece tener el mismo propósito que ‘La Caza’: hacer reflexionar al público de problemas reales con una sensación fría, sin exagerar y cuidando cada detalle. Se les escapa alguna interpretación mejorable, pero, el protagonista está estupendo, creíble y ansioso por estallar.
Nota: 6’5/10