La Clase de Esgrima

esgrimaUna estocada al pasado. El director finlandés Klaus Härö vuelve a la gran pantalla con un drama ambientado en la Guerra Fría sobre esgrima en el cual los valores que prevalecen son la humanidad, relaciones sociales, el pasado y la ideología.

Con esto, nos explica la historia de Endel Nelis, un esgrimista que huía de Leningrado y fundó una escuela de esgrima gracias a unos niños de un colegio de Estonia, por lo que nos encontramos en un país que estuvo dividido en dos ideologías -la película ‘1944’ lo explica muy bien-. El protagonista es interpretado muy bien por Märt Avandi que nos pretende transmitir sus pensamientos al huir de Leningrado, cuando ejerce esgrima y cuando se comunica con los niños.

Técnicamente, es una película buena porque tiene detalles interesantes y curiosos, unas actuaciones buenas, una fotografía correcta y, el desarrollo del argumento es preciso y deja trozos para pensar y llorar. Sin embargo, podemos encontrar elementos típicos de estas cintas y algún que otro momento innecesario que le quita mérito así que no termina de ser perfecta. Aun así, la habilidad del filme es hacer jugar al público con la película para que se adentre más a la trama y consiga conectar.

Así que, el director consigue contar una historia necesaria mediante una buena banda sonora, un ritmo dinámico y transmitiendo al espectador reflexiones y mensajes. Huir del pasado nunca es fácil y Klaus Härö lo sabe muy bien.

Nota: 7’5/10

1944

1944Problema de frentes. El director estonio, Elmo Nüganen muestra la visión de los soldados estonios durante la Segunda Guerra Mundial optando para enfocarse en dos frentes: el alemán y el soviético.

La primera parte se centra en las trincheras con el ejército estonio a las órdenes alemanas y la segunda el ejército estonio a las órdenes soviéticas. En la primera podemos ver el conflicto bien montado, interpretado y creíble que hace estar en tensión pese a ser muy típico y plano. Además, esta parte parece que quiere entrar en reflexión de porqué los estonios debían estar a las órdenes alemanas. Sin embargo, este elemento antibelicista no se termina de exprimir al máximo y deja con ganas de más.

En la segunda -perfectamente ligada a la primera- encontramos un tono más emotivo, tranquilo y personal que la primera centrándose en el recorrido de un soldado a las órdenes soviéticas. Es más nostálgica y pretende llegar al espectador de una manera diferente exprimiendo un poco más el valor antibelicista.

Como película bélica no innova en casi nada, pero si es una historia que merece ser contada.

Nota: 7/10