
Yo No Soy Madame Bovary
El ojo de pez chino. El director chino Feng Xiaogang nos trae una película larga y lenta, pero digna de sentir y gozar por su significado, su retrato a la realidad china y su hipnótica fotografía.
Li Xuelian es una ciudadana de pueblo recién divorciada que decide emprender un viaje por la justicia de su país durante 10 años denunciando que el divorcio con su marido fue falso y mentira. Un argumento muy sencillo y casual se convierte en una historia de más de dos horas con el que vemos cómo vive una parte de la sociedad china, cómo funciona la política y la justicia y hasta dónde puede llegar un caso como éste.
La paciencia y la inquietud de Xuelian es lo que mueve el film que nos deslumbra con un “ojo de pez” como plano de cámara que puede tener múltiples interpretaciones. Además, para el final nos deja un giro argumental para que nos deje con una mezcla de sensaciones con la que podemos pensar que acabamos de ver una obra maestra o nos hemos aburrido mucho. Sea como sea, no es para todos los públicos, pero es sorprendente, atrayente y didáctica.
Lo mejor: su actriz principal y su atrevimiento en fotografía y reflexión.
Lo peor: sus 128 minutos pueden hacerse eternos.
Nota: 7’5/10
¿Qué os encontraréis en ‘Yo No Soy Madame Bovary’?
1. Una representación de la sociedad china y su política.
2. Una película lenta, de difícil digestión y diferente entretenimiento.
3. Un giro argumental que deja estupefacto al espectador.
4. Un argumento sencillo y cotidiano que puede llegar a ser muy grande.
5. Un cine de autor chino en mayúsculas con una fotografía inolvidable.

