
Calamity
‘Calamity’ es una tierna y didáctica aventura, que nos redescubre un personaje histórico inolvidable, con un mensaje necesario para las nuevas generaciones.
Título original: Calamity, une enfance de Martha Jane Cannary
Dirección: Rémi Chayé
Guion: Sandra Tosello, Fabrice de Costil, Rémi Chayé
Música: Camille Elvis Théry
Fotografía: Animación
Reparto: Animación
Fecha de estreno: 17/09/2021
País: Francia. Duración: 82 min. Género: Animación.
Distribuye: La Aventura Audiovisual. Cines: 56. Tráiler.
Sinopsis: explica la historia de Martha Jane, una chica que debe aprender cómo manejar los caballos de un carruaje para poder participar en un convoy que transita por el oeste de los Estados Unidos en 1863. Un día decide ponerse pantalones y cortarse el pelo, generando así una enorme polémica que sacará a relucir su verdadero carácter ante las innumerables dificultades que se se presentan en un mundo tan grande como salvaje y en el que todo es posible.
Existe más cine de animación más allá del producido en Estados Unidos. Y, a veces, mejor. Por eso, nunca viene mal recordarlo y tenerlo presente. En este caso, Calamity es un ejemplo palpable, puesto que se trata de una película de animación excelente, en la cual todo encaja: imagen, sonido, aventuras y mensaje. El director francés, Rémi Chayé, encandiló al público en el Festival de Annecy, en 2015, con El Techo del Mundo, y cinco años después, repitió el éxito con la historia real de Martha Jane Cannary. Este personaje ya ha sido llevado al cine en diversas ocasiones desde 1949 pero, ahora, lo hace mirando al público infantil, para que éste reflexione sobre roles de género y costumbres patriarcales, de una modo muy sutil y certero.
Martha Jane Cannary fue una niña rebelde, con carácter, que desafió los roles de género de la época. Durante la travesía hacia el Lejano Oeste debía cuidar a sus hermanos, vestir una falda y realizar las tareas propiamente «de chicas» (recoger ramas para el fuego, por ejemplo). No le era permitido llevar un carro, cabalgar o vestir pantalones. Y le fustigaba estas convencionalidades. ¿Por qué no podía hacer lo mismo que los chicos? Es lo que ella quería. Pero chocaba con los códigos y roles del momento. Por eso, después de un contratiempo, decidió cambiar y ser ella misma, como se sentía. E inició una aventura que, tanto niños como adultos, adorarán y gozarán, aprendiendo, en todo momento, con Martha Jane.
El valor didáctico de la película es el mayor logro de la creación del equipo de Rémi Chayé, junto con la preciosísima animación (recuerda los cuadros de Sorolla). Consigue realizar un discurso igualitario, sin diferencias, mostrando, sin vehemencia, esas normas y esa rectitud de la época, en las cuales si te desmarcabas, parecía un atentado contra el orden establecido. Mediante la inocencia de la infancia y la ternura del personaje de Martha Jane, construyen una historia interesante, completamente válida y acertada, con la que aprender y disfrutar. Ahora ya, Calamity Jane entra en el Olimpo de personajes femeninos protagonistas en la animación como la princesa Mérida de Brave o Moana en Vaiana o Elsa en Frozen.
Lo bueno: la preciosa animación y el mensaje contra los roles de género.
Lo malo: que el mensaje igualitario no llegue al espectador.
Nota: 8/10

